Desahogo de Enero

Acabo de ver una película Alemana, se llama: ¿Qué hacer en caso de incendio? Y es perfecta para alegrarte un rato el día. Hubo una línea que me llamó mucho la atención, y es cuando uno de los personajes le recrimina su cobardía, mojigatez y falta de agallas a otro con la frase “los de tu clase fueron culpables por (que llegara al poder) el tercer Reich”. Creo que mucho de eso se puede aplicar a nosotros como sociedad. Si tenemos el gobierno que tenemos ahora es culpa de todos nosotros. La reducción al presupuesto de cultura, ciencia y educación creo que son indicativos claros de lo que el gobierno de este presidente será, pero sobre todo, hasta donde llega su visión a futuro y su inteligencia. Nuestro silencio y la complacencia estúpida de los que están estupidizados por la simplifcación de los fenómenos sociales (llámense APPO, cientos de mineros sepultados por negligencia, el apoyo que tuvo y todavía conserva López Obrador, el EZLN, etc.) que sucede en los medios (ejemplo seminal y estupidísimo: http://www.comuni-kt.net de una juventud apendejada) y que tan ad-hoc está con su imbecilidad inevitable (por decisión propia, como ya he mencionado que creo antes), serán los culpables de en lo que se va a convertir este país en el futuro. Pero mientras la tele siga diciéndonos que todo está bien, que no hay inflación aunque el kilo de tortilla cueste 6 pesos más que lo que costaba hace un sexenio, todo estará bien.

Esto me hace preguntarme, si hoy vivieran los grandes héroes de nuestra historia, Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa, etc. ¿Qué pasaría con ellos? ¿Lucharían por su pueblo y sus ideales como lo hicieron en su época? No, ni madre. Me atrevo a suponer que las mismas muchedumbres estúpidas que recuerdan sus hazañas embriagándose el 16 de septiembre y el 20 de Noviembre si hay puente, serían las mismas que hoy festejarían e incluso pedirían con vehemencia, el que el gobierno los cazara, ejecutara y después exhibiera sus cabezas colgadas de las cuatro puntas de la iglesia de granaditas. Es irónico que hoy festejemos sus hazañas y celebremos su libre pensamiento (la leyenda dice que un muy poco educado, miserable y vulgar Morelos formuló el solo, en su cabeza, sin jamás haber leído a Voltaire ni a ningún otro ilustrado, todos los ideales de libertad, justicia e igualdad imaginables a los que tanto miedo le temen algunos). Cuando hoy, cualquiera capaz de producir un pensamiento libre e independiente es lapidado y tachado de pendejo a la menor provocación:

Ejemplos redundantes:

La UNAM es la mejor Universidad de Latinoamérica, sin embargo el vulgo e incluso los niños ricos que ahora cursan la educación universitaria en la más pedestre de las instituciones privadas no la baja de tugurio de mala muerte llena de porros y marihuanos y no de los físicos pretendidos por la NASA como si de superestrellas de la NBA se tratara.

No apoyo ni conozco las luchas sociales de la APPO, pero viviendo cerca de la miseria, como es inevitable viviendo en México, no es difícil imaginar algo que no esté muy lejos de la realidad. Sin embargo, el mismo vulgo amante de periódicos y noticieros, corruptos en el peor de los casos, cobardes y condescendientes en el mejor, los desecha como estúpidos y nacos peligrosos, y festeja con gran alivio la cobarde detención del ingenuo Flavio Sosa. Como tamaño pendejo puede ser peligroso para la sociedad es un misterio, es más un peligro para la organización que preside, pero esa es mi opinión.

Podemos recordar el asesinato de Jaramillo y su familia en Cuernavaca en los años 60’s, que los diarios celebraron de la manera más cínica igual que trataron de ocultar la masacre en Tlatelolco, el halconazo tres años después. Y un largo etc.

La sociedad mexicana siempre se queda callada, inmersa en sus prejuicios y su cómoda imbecilidad.

El país no ha mejorado mucho en los últimos 60 años y me pregunto, si renacieran hoy los héroes que la historia oficial tanto se ha encargado de ensalzar y romantizar acorde a la ideología del momento, tendrían alguna razón para luchar por esta sociedad que acepta tácitamente los males que adolece. Hay 60 millones en la miseria y lo más proactivos que pueden llegar a ser es donando para el juguetón. Si regresaran seguramente serían encarcelados y torturados de inmediato, los noticieros rápidamente desacreditarían con un cuidadoso uso de imágenes y palabras sus discursos y la gente, tranquilizada, festejaría su encarcelamiento en Almoloya, su ejecución a quemarropa en las calles de ciudad Juárez, su fusilamiento, etc.; pero sobre todo el poder conservar su vida, tan tranquila como siempre, con novelas entre semana y fútbol los domingos, sin nacos en la calle pidiendo... ¿qué chingados piden?

Autor S_Ivan